Jeremías 31:16-20

Cualquier creyente puede sufrir una crisis en su fe mientras milita en el cuerpo de Cristo; una condición espiritual donde se pierden las expectativas y los sueños se desvanecen, donde el primer amor se enfría dando lugar a una extrema amargura interna que nos hace perder el gozo de la salvación.

En Jeremías 31:16 el Señor da una enérgica orden a Su pueblo para que puedan someter esta condición, declarando una guerra a las emociones tóxicas que habían contaminado su fe, hasta recuperar la fortaleza que representa el gozo de la salvación en los hijos de Dios.

Es necesario traer a memoria toda promesa declarada sobre nuestras vidas, desde la salvación hasta cada milagro de provisión, sanidad o liberación.

Es tiempo de saturarnos de alabanzas a nuestro Salvador, sumergirnos en las escrituras y buscar Su presencia hasta fortalecer nuestra fe en; Su gracia, Su misericordia y el propósito que Él ha diseñado para nuestras vidas.

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