1 Pedro 1:5
La promesa de Dios es que guardará a Sus hijos de todo mal. Esto mientras caminemos apegados a Su Palabra y ejercitando la fe como escudo contra todos los dardos del enemigo.
El libro de Job declara que Dios ha puesto un cerco alrededor de nuestras familias y bienes; una protección que el enemigo no puede traspasar a menos que Dios se lo permita.
El poder de la protección está en la fe, por eso el enemigo intentará manipular nuestra percepción a fin de hacernos entrar en temor, ya que el temor debilita la fe y nos hace vulnerables a sus embates. Jesús dijo “No temas, solo cree”, porque la fe es el mayor antídoto a cualquier virus o pandemia con la cual el enemigo quiera intimidarnos.
Aunque Pedro caminó sobre las aguas, cuando quitó sus ojos de Jesús y los puso en la tormenta comenzó a hundirse. La clave para permanecer enfocados y guardados en tiempos de crisis es mantener la percepción correcta, no en el problema, sino en poder del Dios al cual servimos.
La Palabra de Dios establece una y otra vez que si habitamos al abrigo del Altísimo moraremos bajo la sombra del omnipotente y el mal no prevalecerá contra nosotros.